Miroir

Mi vida cambió un día. Un día en que veía porno. Al respecto, bueno sería mencionar el desarrollo dialéctico en lo que hace a mis hábitos pornográficos hasta entonces.

Comencé como cualquiera, buscando fotos en internet. "Putas; zorras; mujeres desnudas; tetas,..." Las búsquedas estándar para un gran sector de la población puberta. Avancé luego a los videos de las páginas más vistosas. El porno era actuado y plástico, pero yo no lo sabía ya que no había otra cosa. En algún momento se volvió soso y busqué algo más. Llegué a páginas un poco más ocultas. Lo amateur se volvió lo nuevo. Su cercanía con la realidad pudo proveerme con un nuevo nivel de disfrute. Aguanté un buen rato en ello pero, como cualquier cosa, me aburrió. ¿Qué seguía? Claro, más especificidad. Llegó el fetichismo (cuckold, gangbangs, interracial, pulpos) y el smut. El porno se desbordó. Acá estaba el día en que mi vida cambió.

Organizaba mis carpetas de porno de nicho al tiempo que imprimía el último smut de Potter (Harry). Llevaba ya un tiempo en ello y comenzaba a cuestionarme si lo hacía por placer o por costumbre. La impresora escupió la última hoja y me vino a la mente la idea clave: ¿existe el porno de autor? Una pornografía que no trate de la pornografía, sino de la historia, pero sin dejar de ser porno. No erotismo: porno. Porno en todas y cada una de sus letras pero con connotaciones predominantemente artísticas.

Mi vida cambió. Cambió porque ese día descubrí definitivamente que el sexo mueve. Mientras pensaba en el porno de autor, me vino a la mente el recorrido que acabo de narrar y cómo impactaría a otro si se lo contara. "¿Por qué no lo escribes?", me pregunté y lo hice.

La veracidad de lo aquí escrito no está asegurada por su registro textual. Nada se niega y nada se afirma porque tampoco se trata de eso. Se trata de mostrar, tanto a mí como a ti, que el sexo mueve tanto que llegaste hasta este punto esperando algo más. Esperando un final relacionado con el sexo a través de la pornografía. Pero no... El final no es más que un espejo. Un espejo de ti mismo que terminas una historia que, probablemente, no hubieras terminado si no versara sobre sexo.

Comentarios