El concurso

 — En verdad me gustaría que la respuesta fuera sí.

— Entonces... ¿Es no?

— No, tampoco. Es que no sé.

La conductora lo mira con intriga. Es la última pregunta y no les queda mucho tiempo para que termine la hora. Fuerza una sonrisa y se dirige al participante.

— Marco, necesitamos su respuesta.

— Marta... Yo entiendo que el tiempo apremia. Pero de verdad tengo que decir algo—.

Ella se acomoda el chícharo en un discreto ademán y escucha las voces secretas de la producción del programa dándole al participante treinta segundos para responder. Ella replica el mensaje y Marco suspira.

— Verás... Llevo un año sin ver a mi familia, Marta—. Una lágrima rueda por la barba tupida. Aprieta los ojos y los labios, busca el aire necesario para continuar. — Me echaron de la casa por mi afición a la copa. ¡Los extraño, Marta!- Rompe en llanto y la conductora, sin nada qué decir, se levanta de su asiento y lo abraza, viendo hacia la cámara con una expresión de falsa lástima.

— Marco, eso es algo muy triste, y seguramente nuestro público te manda las mejores vibras posibles. Pero necesito una respuesta.

— Perdona, perdona... — Se seca las lágrimas y recupera la postura, alternando la mirada entre la conductora y la cámara— La última vez que hablé con mi pequeña... ¡Hola, Moni! ¡Papá te ama...! La última vez que hablamos ella me hizo exactamente esta misma pregunta y estoy seguro de saber la respuesta. Espero que me perdonen, los amo de veras, este dinero es para ustedes, yo ya me recuperé y, aunque sé que no merezco su perdón, espero poder tener de nuevo su cariño.

— Cinco segundos, Marco...

— La c. El jitómate es la única que no es una verdura.

— Esa respuesta, Marco, es... Incorrecta. La respuesta correcta era la d. Ninguna de las tres opciones son verduras. Pero bueno, ¡muchas gracias por participar! Nosotros tenemos que irnos pero quédense con nosotros porque ya comienza "La mansión de los Urzúa". ¡Hasta la próxima semana!


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