Gone sweetness


Dulce de leche, caramelo de guayaba, ate de piloncillo, helado de macadamia. Era tu dulce persona la perdición de la mía, la falta de tu dulzura es pura melancolía. Y es que a la noche en la cama, pensando en tus dos ojazos de cafecito con leche, la amargura se disipa y la vida es un jarabe, jarabe de mandarina que emanó de ti, mi niña, y vuelve las pesadillas sueños de mermelada. Mas cuando me levanto: veo que no estás a mi lado; me sirvo café sin azúcar, y verduras, nunca fruta. Me haces falta y no lo sabes, ¿cómo es que ibas a saberlo? Si tu sabor engalana los cielos de caramelo.

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