Carta 1

De haber sabido que me ibas a hablar me hubiera preparado, ¿sabes? No fue precisamente encantador que olvidara mi nombre. O que te tirara el café encima. Tampoco me gustó mi reflejo de limpiarte. Evidentemente no fue correcto toquetearte. También siento mucho haber detenido tu cachetada (debería dejar de ir a esa estúpida clase). No sabes cómo me arrepiento de haberte roto la muñeca, espero que entiendas que solo fue un reflejo. Si puedes perdonarme también que te derribé sería bueno. Espero que me entiendas y sepas que no soy un mal tipo, solo estaba nervioso. Ojalá que te mejores pronto.







P.D. Por cierto, me ibas a pedir la hora. Eran las tres con veinte.

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