Dicen que el amor de camión es de los mejorcitos, y doy fe. Rápido, sencillo, intenso. Es fácil darse a él porque tiene caducidad inmediata y no lastima a nadie. Sabemos que uno de los dos bajará en algún momento y ambos seguirán su camino, superándose en cuestión de minutos y habilitados para un nuevo amor, de similares características, en su próximo viaje. Dicen que el amor de camión es de los mejorcitos, y doy fe, pero agrego algo. De los mejorcitos amores de camión es el que no es el de uno mismo. Doy fe porque hoy lo vi y lo sé. Vi cómo ella lo veía a él, un asiento adelante en la fila contraria, diagonal suficiente para verlo de perfil, y él a ella de lleno pero solo si volteaba, lo cual hizo por vez primera cuando se sintió observado y la atrapó con el límite de la mirada. En ese momento, pude verlo, nació el amor de camión. Las miradillas furtivas se fueron haciendo cada vez más obvias, sobre todo las de él, quien de pronto se había perdido y no sabía dónde estaba, teniend...